Viajar, viajar y viajar

Viajar, viajar y viajar. Si compartes esta pasión, aquí hay una muestra de algunos de esos rincones que aparecen en las guías de viajes, pero también de otros que se muestran ocultos a nuestros ojos. Bienvenido...

sábado, 25 de noviembre de 2006

De camino a la Patagonia

Oh.... Nuestro destino, la Patagonia, ya estaba más cerca: tan sólo 12 horas de vuelo de Madrid a Buenos Aires. Por segunda vez pisaba suelo bonarene. Por delante teníamos muy pocas horas para hacernos una idea de lo que ofrece la ciudad. Néstor, de la agencia Colores de Argentina, con la que habíamos concertado el viaje desde España, nos esperaba en el Hostel Milhouse para facilitarnos todos los bauchers (boletos) y para explicarnos el recorrido.

La elección de Colores de Argentina, recomendada por unos amigos de Valladolid que conocimos en la India, fue un gran acierto. Segunda vez en Buenos Aires en mi vida. Y, además, segunda vez en el mismo año. La primera de trabajo; ahora de placer.

El hostel Milhouse era de lo más divertido y alternativo. A la mañana siguiente teníamos pocas horas para recorrer lo más pintoresco de la ciudad: La Plaza de Mayo, la calle Florida, Corrientes, el Obelisco... Aprovechamos el tiempo al máximo. En pocas horas aterrizaríamos en Trelew, la puerta de entrada a la Península Valdés.

Por Mar Peláez

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