Viajar, viajar y viajar

Viajar, viajar y viajar. Si compartes esta pasión, aquí hay una muestra de algunos de esos rincones que aparecen en las guías de viajes, pero también de otros que se muestran ocultos a nuestros ojos. Bienvenido...

domingo, 12 de febrero de 2006

Música es... en la Habana

"EL CALLEJÓN DEL ARTE"

"Y vinieron con cantos que nadie conocía / Cruzaron el mar con peces de madera. Trajeron un secreto cubierto de sangre y tierra. / Cantaron, lloraron, plantaron…"

No es un poema mío, es simplemente una verdad que puede leerse en el Callejón de Hamel, en el barrio habanero de Cayo Hueso, uno de los más populares de la ciudad. La peculiaridad de este sitio arrancó en 1990 cuando Salvador González Escalona (pintor, escultor y muralista cubano) se detuvo frente a la deteriorada fachada de la casa de un amigo y decidió cambiarle el rostro al barrio. Y vaya que si lo cambió. Ayer, no era más que una callejuela abandonada por el tiempo y por la ciudad. Era la ‘nave del olvido’ Hoy, es el callejón del arte, una galería del talento cubano.

Uno a uno fue decorando, a lo largo y a lo ancho, los edificios y hasta los tanques de agua tan característicos en toda La Habana. Predominan los colores rojizos y las formas de estilo cubista, surrealista y expresionista, pero especialmente todo lo que evoque la cultura afrocubana. Conforman una malla de imágenes que dan al conjunto una creación única. En el Callejón sorprende todo, las pinturas de los edificios de vecinos de hasta cuatro plantas, con las paredes multicolores, los bancos para sentarse fabricados con materiales en desuso que se reciclan (como casi todo en La Habana) y otros elementos muy originales e irrepetibles. ¿Qué hacer con una bañera vieja? y ¿con una máquina registradora? Y esto, ¿qué es? ¡Unos bolos gigantes! Todo tiene cabida en este callejón, todo, si es arte.

El rumor de una ensordecedora percusión o melodiosas canciones alertan de que algo está a punto de ocurrir. Sólo hace falta traspasar una puerta y la diversión está garantizada. Quien desee disfrutar del baile espontáneo, masivo y callejero que tanto gusta a cubanos y a extranjeros, puede llegar al Callejón de Hamel un domingo por la mañana. Los habaneros les esperan. Allí todo es un constante resonar de tambores, de movimientos sensuales de los cuerpos sin importar la edad. Una especie de fiesta a cielo abierto llena de espectadores. Es también una forma de ampliar su horizonte cultural.

El Callejón de Hamel, es una callejuela estrecha entre las calles Aramburu y Hospital, muy cerca de la Iglesia del Carmen, no lejos del Hotel Nacional y del malecón. Es también este singular sitio la cuna del movimiento musical afrocubano. Pero no sólo es baile y murales, es un proyecto de arte en la comunidad, donde los más pequeños del barrio se inician en el arte pictórico y los de la tercera edad disfrutan de la música de su época con la interpretación de sones, boleros, danzones. El callejón de Hamel es… ¿por qué no lo descubres?

Por Mar Peláez