Viajar, viajar y viajar

Viajar, viajar y viajar. Si compartes esta pasión, aquí hay una muestra de algunos de esos rincones que aparecen en las guías de viajes, pero también de otros que se muestran ocultos a nuestros ojos. Bienvenido...

domingo, 20 de agosto de 2000

Cuzco engancha

No se pierde el tiempo paseando por sus calles. Por el barrio del San Blas. Tras lavar la ropa en una lavandería de las muchas que existen en el centro de la ciudad y enviar e-mails a amigos y familiares, también en los innumerables que están abiertos, nos fuimos a pasear de nuevo por Cuzco. Subir y bajar por las empinadas calles del barrio de San Blas. Entramos en la casa del Inca Gracilazo de la Vega y nos perdimos en su historia. Comimos en la misma Plaza de Armas, contemplando la catedral, una parrillada muy abundante que aún recuerdo; y todo por menos de 5.000 pesetas para tres personas. Un lujo.

Era el cumpleaños de Jaime, nuestro anfitrión, y estábamos invitados. Por supuesto no queríamos perdérnoslo. Una comida muy abundante y una tarta de tamaño descomunal fue la sorpresa. Toda la familia junta; hermanos de ella, hermanos de él, la madre de ella, la madre de él. Ellos sentían una gran curiosidad sobre nuestra vida, la misma que nosotros sobre la suya. La noche y la fiesta se prolongó durante horas y más horas. Fue muy divertido y enriquecedor.

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