Viajar, viajar y viajar

Viajar, viajar y viajar. Si compartes esta pasión, aquí hay una muestra de algunos de esos rincones que aparecen en las guías de viajes, pero también de otros que se muestran ocultos a nuestros ojos. Bienvenido...

domingo, 26 de septiembre de 2004

Comunidad negra


Abandonamos el hotel Loren y nos dirigimos a la terminal de Puerto Escondido para tomar un autocar que nos llevara a Pinotepa Nacional. Queríamos llegar a la comunidad de negritos, ex esclavos, de Collantes porque al día siguiente celebrarían una fiesta. Tres horas más o menos de viaje en una ‘combi’ aplastadas con nuestras mochilas y la cantidad de gente que íbamos para que al conductor le saliera más rentable. Algunos incluso de pie. Pinotepa nos horrorizó. Después de comer en un restaurante lleno de mexicanos ricos, tomamos un taxi para ir a Collantes. Una hora de viaje en el taxi entre palmeras y de nuevo baches. Al llegar nos dimos cuenta de que estábamos fuera de lugar. Una cosa es ir con una ONG que nos avala y otra ir sola a una comunidad en la que pareces un mero turista curioso a la espera de ver indígenas para inmortalizarlos en nuestras cámaras fotográficas. La sensación de las tres fue la misma y decidimos regresar en el mismo taxi. Día perdido. Dormimos en Pinotepa y adiós.

Por Mar Peláez

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